Mamá, la culpa no debe ser tuya...
Hoy buscaba recomendaciones sobre cómo responder a las críticas por no dar de lactar a mi hija. La verdad que a pesar que la mayoría de personas que me preguntan saben por lo que he pasado, aún me dicen que debería intentar amamantar.
Solo quisiera decir algo:
La lactancia materna exclusiva fue lo que más anhelé desde el primer día en que ví a mi bebé, sus tres primeras semanas de vida fueron maravillosas y el apego fue al 100%. Jamás me molestó despertar de madrugada para alimentarla o cambiarle el pañal, siempre junto a mi esposo porque creemos en la crianza equitativa.
Lamentablemente, una noche empecé a tener dolores gástricos que iban de menor a mayor. Mi esposo quiso llevarme a emergencia pero yo era incapaz de dejar a mi bebé sin la ración de leche que le tocaría dos horas después. El dolor crecía al pasar los minutos pero cuando eres madre, te lo tragas (y no tiene nada que ver con las mamás luchonas, simplemente es así). Al amanecer, mi esposo fue a comprar una leche en fórmula que el pediatra había recomendado en caso de emergencias. Dejamos a mi hija con mi mamá, asegurándonos de que haya tolerado la fórmula.
Para resumir, resulta que tuve una pancreatitis terrible, generada por el crecimiento de mi útero en el embarazo (al menos eso me dijeron los médicos, que a veces el útero daña algunos órganos). A emergencia llevé mi extractor de leche porque pensé que podía enviársela a mi hija ¡Ilusa!Me hospitalizaron casi diez días, administrándome tramadol continuo y petidina, cloruro de sodio/suero (sin poder tomar una gota de agua) y Dimenhidrinato. El dolor y la fiebre no cedían pero al cabo de una semana, decidieron operarme pidiendo el alta voluntaria (en otra clínica, porque tuve la peor experiencia en la clínica donde estuve hospitalizada).
Al salir de la operación solo quería ir a casa a ver a mi bebé. El médico decidió darme el alta con la condición de aplicarme los antibióticos y analgésicos mediante una vía, a domicilio, por cinco días.
Llegué a casa a ver a mi hija pero no podía darle de lactar. No recuerdo ni el 10 % de aquellos días, estaba muy dopada con los medicamentos. Me perdí el primer mes de mi hija y el día de la madre. ¡No recuerdo! y de no ser por las fotos, pensaría que no estuve allí.
Solo tenía en mente contactar a una asesora de lactancia para que me ayude a retomar la LME.
Al terminar los días de medicación por vía, empecé a despertar por las noches gritando y queriendo saltar de mi cama y correr (dormida). Pensaba que seguía en la clínica del terror; esto me causaba llanto descontrolado todo el día y culpa por no terminar con los medicamentos para poder empezar mi proceso de amamantar nuevamente y ni qué decir de volver a pisar una clínica, ni pasar por la puerta de "esa" clínica. Tuve problemas con la memoria inmediata, pensaba que me sentía bien pero al rato no recordaba nada y volvía la culpa y el llanto.
Mi esposo conversó con mi ex psiquiatra y tuve unas consultas virtuales. Me diagnosticó trastorno de estrés post traumático y como no quería medicarme más, solo me recetó lo que venía tomando desde la clínica por prescripción del médico de turno (clonazepam).
Contacté a una reconocida asesora de lactancia en consulta virtual, estaba feliz por volver a dar de lactar a mi bebé. Ella me dijo que iba a ser fácil, que el medicamento no estaba contraindicado (lo consultamos con mi ginecóloga) y hasta me vendió otro sacaleche especial. Hice lo que me indicó (incluso darle de lactar una vez por hora), fue un proceso porque la bebé se estresaba al no tener la cantidad de leche acostumbrada. Aparte de ello y a pesar de habernos dicho que el medicamento no afectaría a la bebé, nosotros como padres, nos dimos cuenta que nuestra hija cambió su forma de dormir, y pensamos que algo no andaba bien. En ese entonces, el psiquiatra me derivó con una terapeuta que yo ya conocía, ya que no deseaba mayor medicación. La psicóloga me dijo que evidentemente, el medicamento estaba afectando de alguna forma a la bebé y que lo consulte con mi médico.
Tuvimos que tomar la decisión de darle solo fórmula a nuestra hija tomando en cuenta el riesgo/beneficio.
El instinto me hizo intentar dejar la medicación para darle leche materna, pero los resultados fueron muy malos. Tampoco ayudó que yo tenga un trastorno de personalidad que estaba manejando ya muy bien y sin medicación.
La terapia que llevaba por estrés post traumático, se convirtió en una para quitarme la culpa por no amamantar.
Pero, ¿Cómo lo haces si todos te preguntan? ¿Cómo dejas de sentirte culpable por haberte enfermado? ¿Cómo explicas que sin ese medicamento que tomas no puedes ser funcional? ¿Cómo explicas que la salud mental no es un mito? ¿Cómo le dices a la gente que sobre pusiste la salud de tu hija a darle leche materna porque el medicamento que tomas le afecta? ¿Cómo le dices a todos que tu llanto es por no poder alimentar a tu hija como quisieras? ¿Cómo creerte los comentarios del pediatra "top" al que llevas a tu hija, que dice que lo están haciendo muy bien, que es una bebé muy sana y bien cuidada?
Todos los días me hago las mismas preguntas antes de tomarme la pastilla antes de dormir.
La empatía es algo que se ha perdido mucho en esta época de individualismo y terror. Sería bueno que antes de opinar, tengan en cuenta que algo pudo haber pasado para que una madre no amamante a su bebé, que no siempre es por flojera o por vanidad; que existen madres reales que por más que quieren no pueden y buscan soluciones que no existen. Y lo peor es que deben llevar terapia porque no se la creen.
Solo quería botar todo este cúmulo de sentimientos y palabras que tenía atoradas en la garganta.
Espero que las madres que han tenido o tienen que pasar por algo parecido, no se sientan culpables y no se queden calladas o con vergüenza por los comentarios de los demás. Les deseo fuerza para afrontar lo que la gente dice y criar a sus hijos de la mejor manera según sus convicciones.
Y como dice el doctor Rivara, él tomó fórmula y su IQ no es inferior al de muchos (es considerado uno de los mejores pediatras de Lima).
Querida Cynthia, no te sientas mal por no poder amamantar a tu bebécita, no eres la única ni lo serás, yo tampoco pude amamantar a tus primas, por problemas de salud, el ser madre implica mucho más que lactancia, es todo lo que significa amar, guiar, hacer crecer, a la bebécita y convertirla en un gran ser humano, ya lo verás,todo lo que hagas ahora verá sus frutos en el futuro. TKM. Tu sola preocupación te hace una gran madre. Bendiciónes.
ResponderEliminarGracias por comentar, tía. Tienes razón, trato de demostrarle todo mi amor a mi hijita.
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